Ética y Respeto

Magistral y lleno de hondura el “charloquio” de ayer organizado por Horizonte y conducido por José Bermúdez, nuevo voluntario de nuestra Asociación. Nuestro ciclo de sesiones de formación al Voluntariado de este curso académico, abierto a cuantas personas hacen de la ayuda a los demás su forma de vida, está dedicado este año a los Valores. Hoy tocaba el Respeto como metavalor del que junto a la Responsailidad cuelgan el resto de las virtudes.

Bermúdez, consultor de grandes empresas en optimización de negocio y cambio cultural, partió de los tres tipos clásicos de Ética: de las virtudes, del deber y la consecuencialista. De la primera se identifican dos tipos de virtudes: las privadas y las públicas siendo las tres básicas de estas últimas la Responsabilidad, el Respeto y la Solidaridad.

En una muy comprensible ordenación estableció cinco reglas para llevar a la práctica el Respeto, tras experimentarlo en el pensamiento y la palabra: Expandir el círculo del “nosotros”; ser conscientes y vigilar nuestro “lobo malo”; aceptación y perdón; cortesía, y solidaridad. El Respeto hemos de considerarlo siempre respecto a nosotros mismos y a los demás: personas, otros seres vivos y ecosistema en su conjunto.

La sesión resultó corta para un tema de tanta trascendencia como el tratado y que afecta de forma tan directa al Voluntariado. Lo que se pretende con estos encuentros es incitar a la reflexión personal y provocar mecanismos de cambio y transformación. Parece que se consiguió a juzgar por la animada participación de los asistentes. Estamos con Kant cuando en su Ética Deontológica obliga a considerar a toda persona como un fin en sí misma.