Luces y sombras en el consumo de drogas (*)

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Ayer se han presentado los resultados de la última Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Otras Drogas, realizada durante los años 2013 y 2014, con 23.136 cuestionarios válidos, de los cuales 2.155 se realizaron en Andalucía, todos entre personas de ambos sexos de 15 a 64 años.

Las drogas con mayor consumo siguen siendo el alcohol, el tabaco y los hipnosedantes, por ese orden. Curiosamente, y como ya viene siendo habitual, estos últimos suponen la única categoría de sustancias en los que la mujer tiene un consumo superior al del hombre, hasta casi duplicarles, y su uso ha aumentado. En el caso de la cocaína el número de varones consumidores triplica al de mujeres y en el de cannabis lo duplica.

El alcohol no sólo es la sustancia psicoactiva más consumida (el 78,3% lo hizo durante los últimos doce meses) sino que se ha producido cierto incremento en su consumo, mientras que descendieron ligeramente los de cocaína y cannabis, siendo esta última la droga ilegal que más demandas de primeros tratamientos generó. El alcohol, además, está presente en el 95% de los policonsumos, especialmente cuando se produce en forma de atracón en los lamentables botellones; el cannabis, por su parte, lo está en el 90% del policonsumo de drogas ilegales.

Uno de los aspectos preocupantes de la encuesta es la banalización respecto a los riesgos del consumo de sustancias y la precocidad en su inicio a pesar de que esta se ha mantenido bastante estable. Un tercio de quienes comenzaron a consumir cannabis en 2013 tiene entre 15 y 17 años pero hay que recordar que la encuesta no entrevista a menores por debajo de los 15.

Respecto a las medidas que los encuestados consideran de mayor eficacia para prevenir el consumo de drogas, la mayoría (el 90,4%) las centra en la formación, seguidas por el tratamiento, el control policial y la restricción legal. Dos tercios de la población española no considera que legalizar el cannabis, como ya se ha hecho en otros países, sea una medida eficaz para resolver la situación.

Conclusión: el consumo de drogas sigue siendo un problema de enorme envergadura social y sanitaria. Su nivel se mantiene estable pero la baja percepción de sus riesgos es una sombra muy preocupante.

(*) Por Luis-Domingo López, emitido hoy por Onda Cero Marbella.