Relato corto: Recuerdos infantiles de la fiesta de Halloween

El taller de periodismo ha empezado con bríos en nuestro CIS de El Ángel, con la sabia y paciente dirección de Andrés. Trini, que ya nos deleitó hace unos días con su relato sobre la excursión a las tierras arrasadas por el incendio de agosto, se ha unido ahora a Manuela, para contarnos con la brevedad y la sencillez que requiere el medio, lo bien que lo pasaron y cómo fueron los preparativos de la reciente fiesta de Halloween. ¡Enhorabuena jóvenes literatas!

“Happy Haloween”

La penúltima semana de octubre comenzamos los preparativos de la fiesta de Halloween con la colaboración de todos los niños del  C.I.S. de El Ángel. El martes salimos con Andrés y Mª del Mar, y compramos refrescos, chocolatinas, patatas, y otros aperitivos. Mientras, se quedo Ana Pove, nuestra Voluntaria, con los otros niños del Centro. Gracias a ella pudimos salir de compras. Al regresar, nos pusimos en marcha para preparar la fiesta, para que cuando llegara el día y la hora estuviera todo listo.

El día de Halloween, Saray y nosotras dos llegamos muy pronto al Centro para limpiar y preparar la sala; después, nos pusimos a pintarnos la cara y a disfrazarnos. A las 4.30 empezaron a llegar los demás niños, algunos ya disfrazados y otros se pintaron la cara allí mismo. Y comenzó la fiesta.

Empezamos a hacer juegos populares como la escoba, que consiste en coger una escoba dar una vuelta y dársela al compañero de la derecha sin que la música se pare, se pierde cuando la música se para y tienes la escoba en la mano; la silla, que consiste en colocar un grupo de sillas alineadas entre sí para dar continuidad al juego, se pone la música y cuando la música va parando hay que ir sentándose en las sillas antes de que tu compañero lo haga, si no, serás eliminado; y el globo, que consiste en tener una pareja y agarrar un globo para coger el globo del contrario y explotarlo.

Después bailamos y explotamos globos, jugamos al pollito inglés, hicimos pase de modelos, en conclusión que nos lo pasamos muy bien; tanto que nos tiremos al suelo y nos hartamos de reír porque fue una fiesta muy divertida. ¡Ah!, y Saray se llevó el premio al mejor disfraz. Se lo merecía.