Un paseo por “El Ángel”

A la izquierda de la capilla está nuestro CIS

Muy pocos residentes en Marbella conocen la colonia de El Ángel. Es más, muchos ni siquiera han oído hablar de ella. Es un reducto de vegetación frondosa y variada, fuentes, paz y casitas sociales blancas típicamente andaluzas perdido entre Puerto Banús y los campos de golf de Nueva Adalucía. Se dice por aquí que Jesús Gil compró votos regalando viviendas. Lo cierto es que hoy El Ángel es un espacio… peculiar. Peculiar y paradójico.

Las viviendas rodean espacios de vegetación y agua

En su centro cívico, Horizonte lleva años atendiendo a los menores del barrio en su Centro de Integración Socioeducativa (CIS). Por la mañana, la mayoría van al colegio concertado Echamendi, de nueva planta, a escasos metros de la colonia. Por la tarde, ¡ay por la tarde!; por la tarde les esperamos en el Centro para ayudarles con los deberes, apoyar su formación reglada, descubrirles Valores y animarles a practicarlos en sus vidas, les proponemos deportes, juegos, talleres y lo que se nos ocurre para atraerlos. Algunas tardes, María del Mar, nuestra entusiasta monitora, espera sin desesperar que vayan apareciendo.

Las plantas han encontrado su edén en El Ángel

Cuando hace sol les apetece estar en la calle: ¡cómo vamos a encerrarnos en el Centro con lo bien que se está jugando en el parque! Cuando llueve les da pereza salir de casa: ¡con lo guay que se está jugando con el móvil, la play o viendo la tele! En verano, hace mucho calor. En invierno, rasca. En Marbella no se conoce el frío, a lo sumo cierta humedad fresquita. Pero “rasca”. Además, se quejan, “hay demasiadas normas; tenemos normas en el cole, normas en casa, no queremos más normas aquí”. Llegan cuando les apetece, se van cuando quieren, refunfuñan si se les insite en hacer lo que no les place: ¡normas!

Desde la plaza principal se observan las sierras al Norte

El Ángel es un lugar idílico con la mayor extensión de parque por metro cuadrado de viviendas. Ninguna casa supera las tres plantas. Hay juegos infantiles, tiendecitas locales, quioscos de chuches, cabinas de teléfono, aparcamiento suficiente, transporte público. Está a dos kilómetros de Puerto Banús y a diez minutos del centro de Marbella. Desde cualquier rincón se divisan las cimas de Sierra Blanca que cambian de color a cada hora y cada día.

¿Irlanda? ¿Galicia? No: la colonia de El Ángel, en Marbella

La educación de los hijos es el deber primario de los padres. Los colegios, institutos y otro tipo de centros tienen una función subsidiaria. Como la salud ha de ser prioridad de cada persona y los médicos o enfermeros simplemente consejeros especializados que proponen soluciones a problemas sobrevenidos. La responsabilidad es individual. La educación es un derecho y como tal conlleva deberes. Los deberes suponen esfuerzo, renuncia, sacrificio del ahora en pos del mañana. Claro: en un mundo hedonista y consumista esto no es fácil de entender.

El único ruido es el del agua al caer

En Horizonte nos duele en el alma la bajísima asistencia a nuestro Centro. Hacemos un colosal esfuerzo económico y personal para que los menores de este paraíso paradójico encuentren un espacio en el que crecer y formarse como personas libres, justas, capaces de afrontar sus responsabilidades futuras. Quizá, lo gratuito no se valora, como si lloviera del cielo igual que esa lluvia fina que caía la tarde que tomamos las fotos que acompañan este artículo.
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Que nadie se engañe: nada es gratis. Todo tiene un coste: en este caso el enorme esfuerzo de decenas de personas Voluntarias que se dejan la piel para que podamos mantener viva la esperanza de que los menores de El Ángel tengan un futuro digno.

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