Nos siguen machacando por donde pueden

Ahora le toca a la Contabilidad. Las entidades sin ánimo de lucro llevamos cuatro años llevando la Contabilidad de acuerdo con el Plan Contable que se aprobó en noviembre de 2007, bien en su versión General bien en su versión para las Pequeñas y Medianas Empresas. Cuatro años, cuatro, sin mayores problemas. Pues bien, el pasado 24 de octubre, el Gobierno aprobó un Real Decreto por el que se adapta el Plan General de Contabilidad a las entidades sin fines de lucro: fundaciones y asociaciones, básicamente. Repito la fecha: 24 de octubre, pero se ha publicado en el Boletín  Oficial del Estado el 24 de noviembre, UN MES DESPUÉS. Un mes entero sólo para publicar lo que ya estaba aprobado. Un mes completo para algo tan simple y contando con todo el aparato burocrático del Gobierno. Pues bien, la norma es aplicable OBLIGATORIAMENTE desde el 1º de enero próximo. O sea, prácticamente en un mes.

Las fundaciones y asociaciones, acogotadas por todos los lados, eliminadas, reducidas y retrasadas las ayudas públicas, cuando existían, reciben una nueva puñalada trapera totalmente innecesaria: cambiar en el mes más complicado del año todo su sistema y programas contables por el capricho INADMISIBLE del Gobierno. ¿Qué necesidad hay de aplicar desde el próximo mes de enero una norma de adaptación contable que han tardado cuatro años los sapientísimos funcionarios del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas en enviar al Gobierno y que el Gobierno ha tardado UN MES en llevarla al BOE desde su aprobación en Consejo de Ministros? NINGUNA. O mejor dicho, NINGUNEO; el ninguneo vergonzoso e indignante al que nos someten cada día con más alevosía, premeditación y nocturnidad quienes deberían velar por nuestra superviviencia pues estamos prestando a la sociedad servicios básicos que, en la mayoría de los casos, corresponden a los poderes públicos. Podemos llegar a admitir que el Estado de Bienestar se tambalee pero al menos que nos dejen trabajar sin tocarnos más las narices.

Cuando los problemas son inevitables o sobrevenidos, uno se arremanga y le busca soluciones como sea. Cuando los problemas se crean innecesariamente, dan ganas de incumplir las leyes y hacerse insumiso; nos lo están pidiendo a gritos. ¿Cuál será la próxima patada en el trasero de las entidades del tercer sector? Llegará, no nos impacientemos, llegará.