Solsticio de verano, Tarifa y renacimiento

Hace diez días terminé mi entrada en esta Web (“Solsticio de verano: tiempo para renacer”) con dos breves frases: “Ya os contaré. Hasta la vuelta”. Han pasado los nueve días de retiro en Tarifa y el objetivo de renacer se ha cumplido muy por encima de las expectativas. Ese mítico punto de cruce de culturas, continentes, mares y vientos que supone Tarifa es idóneo para este tipo de experiencias que aconsejo a quien se las quiera y pueda permitir.

Estar completamento solo en la Playa de Bolonia es una experiencia irrepetible

Nueve días de reflexión sin “ruidos”: televisión, radio, prensa, teléfono, redes sociales…, oyendo sólo la propia voz interior y los sonidos de la Naturaleza: los llantos y voces de los niños, los ladridos de los perros, las olas, el Levante, el Poniente, las conversaciones ajenas, en fin los sonidos del mundo real, producen un descubrimiento, una exaltación, una paz, que es imposible sentir en la jungla cotidiana.

El Sol desaparece despacio tras la Sierra de San Bartolomé

Me acompañé de libros, -que he utilizado menos de lo previsto-, de una vieja cámara de fotos, -tomé más de 500-, y de dos cuadernos: uno de hojas en blanco y otro de cartulinas para pintar, con un bolígrafo y lápices de colores. Tampoco he usado el segundo. Me ha sido suficiente con escribir, -a mano, lo que creía olvidado-, las preguntas lanzadas al Viento y sus respuestas: ¡Extraordinarias, sabias, sensatas!

Los romanos eligieron bien su emplazamiento: Baelo Claudia

No voy a contarlas hoy, lógicamente. Darán mucho de sí; para eso están escritas y “fotografiadas”. Sólo dejo constancia de cómo distribuiré desde ahora las publicaciones, teniendo en cuenta que algunas estarán muy conectadas con la actividad de Horizonte pero otras serán puras reflexiones personales que no tienen por qué incorporarse a los escaparates de comunicación de la Asociación.

Levante fuerte en el entrañable puerto tarifeño

Las primeras seguirán apareciendo en la Web de Horizonte, como hasta este momento, con enlaces a sus respectivas páginas en las redes sociales Facebook y Twitter. Las segundas, las más privadas, las publicaré en mi blog: www.luisdomingolopez.es con enlace a mis perfiles en ambas redes sociales. Además, dejaré de enviar correos electrónicos cada vez que publique  entradas. Creo que ya he generado el hábito de visitar la Web para comprobar si hay algo nuevo. Uno de los imperativos que he escrito en mi cuaderno es: “molesta lo menos posible”. Y la coherencia es uno de los Valores de Horizonte. Gracias por provocarme y permitirme esta escapada: os prometo que la felicidad plena existe. Yo la he vivido.