A pesar del frío, hubo animación en el Rastrillo

La mañana del sábado había hecho sonar todas las alarmas para el Rastrillo del domingo. Desde primera hora de la mañana todos buscábamos pronósticos sobre si ese temporal de viento del norte se mantendría durante todo el fin de semana o sería pasajero. Si el domingo llegaba a amanecer igual que el sábado sería imposible montar los puestos en el Parque. Las previsiones permitían cierto optimismo: el domingo subirían algo las temperaturas y, sobre todo, amainaría el viento. Y Así fue, por fortuna para todos. Hay que agradecer a los servicios municipales la limpieza de todo el material y basura que el temporal del sábado había depositado en los pasillos de La Alameda.

El Rastrillo de febrero es el más incierto del año porque ya se sabe que este mes es corto pero imprevisible. El año pasado, los pronósticos aconsejaron celebrarlo a cubierto en el Palacio de Congresos y a la hora de la verdad el fin de semana fue soleado y suave. Y a los marbelleros les parece que el “pirulí” está muy lejos del centro. Así que a pesar de hacer un mercadillo de tres días, la afluencia no justificó el esfuerzo. Este año la situación económica de nuestra Asociación no nos permitía renunciar a la recaudación de un domingo de Rastrillo así que cruzamos los dedos y a las 10 estaban los puestos habituales abiertos al publico. Ni una sola de nuestras Voluntarias se acobardó por el frío.

El día transcurrió sin aglomeraciones pero a las 7 de la tarde cuando se terminaba de contar y recontar billetes y monedas cantábamos victoria: 5.246 euros de recaudación, -en muchos de los puestos conseguidos euro a euro-,  para afrontar los pagos más urgentes. Teniendo en cuenta que a ese ingreso hay que descontarle unos 250 euros de costes de transporte, nuestros Técnicos respiran con cierta tranquilidad porque la nómina de febrero parece que se salvará. Y así, mes a mes.

Los compañeros de Arama y Gacar que atendieron el restaurante y la cafetería también salieron satisfechos, al menos habían cubierto costes y pasado un domingo en convivencia. Esta es la Marbella más ignorada y también la más admirable. Y es que hay muchas Marbellas, muy diferentes entre sí. No formamos una ciudad de casi 200.000 habitantes sino 200 ciudades de 1.000 almas cada una. Gracias a las cientos de personas que hacen posible seguir confiando en el ser humano.