Adolescentes y alcohol

La adolescencia es la etapa en la que, con mayor probabilidad, aparece el hábito social de consumo de alcohol. Es un periodo de transición entre la infancia y la adultez, en el cual el adolescente comienza a sentirse identificado con su grupo de iguales en cuanto a comportamientos, valores, normas, argot, espacios y modas.

En los últimos años, es cada vez más frecuente entre los jóvenes una modalidad de consumo concentrado, caracterizado por la ingesta de cantidades elevadas de alcohol en pocas horas, principalmente en momentos de ocio de fin de semana, con un cierto nivel de embriaguez y un alto grado de pérdida de control.

Lo que dicen los datos

Según la última Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida entre los estudiantes de Enseñanzas Secundarias de 14 a 18 años. El 77,9% ha consumido bebidas alcohólicas en alguna ocasión en su vida. Tres de cada cuatro estudiantes (75,9%) han consumido alcohol en el último año mientras que aproximadamente algo más de la mitad de los jóvenes (58,5%) admite haber tomado alcohol durante el último mes. La primera ingesta se sitúa en los 14,0 años.  Por su parte, el consumo semanal de alcohol comienza de media a los 15,2 años,

Casi la mitad de los estudiantes (44,5%), reconocen haberse emborrachado en el último año, mientras que el 24,3% se habría emborrachado en el último mes.

A la hora de situar la primera borrachera, el promedio de edad que señalan los estudiantes son los 14,8 años. Uno de cada cuatro alumnos de 14 años ya ha sufrido una intoxicación etílica alguna vez en la vida (25,8%). En el siguiente grupo de edad, el de 15 años, este porcentaje sube más de 15 puntos (hasta el 40,9%) y en el de 16 años, ya son más de la mitad los estudiantes que han experimentado una borrachera (57,4%).

Motivaciones para hacer botellón

Según un estudio realizado por la Universidad de Valencia, el motivo más aludido es la diversión (75.2%), seguido por el ahorro (37.5%) y estar con los amigos (36.3%).

Para los adolescentes son más importantes los motivos lúdicos y los relacionados con la presión social: divertirse, desconectar, conocer gente y relacionarse más fácilmente, no quedarse solo, consumir otras sustancias y seguir la moda. Los universitarios dan más importancia al control del ocio: economía, huir de las aglomeraciones de pubs, controlar la calidad de la bebida y escuchar su música.

Problemas derivados del abuso de alcohol en la adolescencia

Las principales consecuencias negativas que pueden padecer los adolescentes son:

  • Intoxicación etílica aguda o embriaguez. A mayor cantidad de alcohol ingerido, mayor descoordinación motora, agresividad y episodios de pérdida de conocimiento. La intoxicación etílica grave puede desembocar en coma, llegando incluso a provocar la muerte.
  • Problemas escolares. El consumo de alcohol repercute directamente en el rendimiento escolar. La investigación ha confirmado la relación entre consumo de alcohol y fracaso escolar.
  • Sexo no planificado. Las relaciones sexuales entre adolescentes a menudo tienen lugar durante el fin de semana, igual que el consumo de alcohol. O’Hara et al .(1998) hallaron que un tercio de las experiencias sexuales entre adolescentes tenían lugar después de haber tomado drogas. Aunque los adolescentes disponen de información sobre los métodos para prevenir las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados, la embriaguez puede actuar como una barrera que dificulta la puesta en práctica de las conductas de salud.
  • Accidentes de tráfico. El riesgo de padecer un accidente aumenta por la pérdida de reflejos, la desinhibición, la sensación de control, la euforia y los déficits perceptivos ocasionados por el alcohol.
  • Problemas legales. Numerosos estudios han probado la relación entre el alcohol y el comportamiento delictivo. Entre los adolescentes consumidores existe mayor probabilidad de realizar actividades predelictivas. Otras conductas antisociales asociadas a las drogas y al fin de semana son la conducción de vehículos sin carné, el daño deliberado a bienes públicos, el robo de artículos y las peleas físicas.
  • Problemas afectivos. Varios estudios han puesto de manifiesto la relación entre abuso de alcohol y suicidio. Pons y Berjano (1999) señalan que aproximadamente la mitad de los intentos de suicidio en las mujeres y las dos terceras partes en los varones se producen bajo los efectos del alcohol.
  • Alcohol y consumo de otras drogas. Se considera al alcohol como una “puerta de entrada” al consumo de otras sustancias. Generalmente el consumo de drogas ilegales está precedido por el de sustancias legales, siendo una cadena habitual: alcohol → tabaco → cánnabis → otras drogas ilegales. La magnitud del consumo de alcohol es una variable estrechamente relacionada con el uso de drogas ilegales, de modo que el consumo precoz de bebidas alcohólicas aumenta la probabilidad de usar más sustancias.

En Horizonte Proyecto Hombre contamos con varios programas de prevención y tratamiento de adicciones, factores de riesgo asociados y dificultades emocionales.

Si como padres o responsables de la educación de jóvenes y adolescentes os preocupa el consumo de alcohol, podéis contactar con nosotros para valorar el acceso a los distintos programas de prevención o de tratamiento.

Bibliografía:

  • María Teresa Cortés Tomás, Begoña Espejo Tort y José Antonio Giménez Costa. Universidad de Valencia. Psicothema 2008. Vol. 20, Nº 3, pp. 396-402.
  • José P. Espada, Xavier Méndez, Kenneth W. Griffin y Gilbert J. Botvin. Adolescencia: consumo de alcohol y otras drogas. Papeles del Psicólogo, 2003. Vol. 23(84).
  • Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) 2019. Secretaría General de Sanidad. Delegación del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas