Deporte y valores

Miembros de Horizonte con el equipo senior, directiva y entrenadores del CD Costa del Voley
Miembros de Horizonte con el equipo senior, directiva y entrenadores del CD Costa del Voley

Artículo de nuestro vicepresidente emitido hoy por Onda Cero Marbella.

El título de nuestra reflexión de hoy puede inducir a engaño, frescas como están las noticias sobre pagos escandalosos por determinado jugador importado o solicitudes plañideras de indulto y gracia. Nos indigna como al que más que el deporte más mediático de todos, el fútbol, salte con tanta frecuencia de las páginas deportivas a las de economía o de tribunales. Pero el deporte no se acaba, por fortuna, en las grandes ligas futbolísticas. El deporte al que hoy dedicamos estas líneas es aquel de muy diversas disciplinas, notoriedad y reglas de juego poco iluminado por los focos de los medios pero en el que cada día se producen gestas y acciones ejemplares.

Partiendo de dos consideraciones de carácter general: la primera, que cuando se quiere se puede; y la segunda, que en todo ser humano anida la capacidad dual para obrar el bien o el mal, en Horizonte queremos apostar por el deporte como precursor de valores éticos y de convivencia. Vivimos tiempos de vértigo producido por la velocidad de los cambios que no todo el mundo es capaz de asimilar. Las oportunidades de escapismo se amplían a diario y, aunque a los jóvenes les cueste reconocerlo, la razón de su huída es siempre una nauseabunda sensación de vacío. La droga, como cualquier adicción, es un fracaso de la persona y de la sociedad. Como sociedad no queremos sentirnos fracasados y, además, hemos de procurar entre todos que sean menos cada día las personas que fracasan.

Llenar ese vacío, dar sentido a la vida es la más ambiciosa misión que podemos afrontar los nacidos: sentido a la vida propia y a la de nuestros semejantes. Sólo desde el existir es posible experimentar la plenitud de la vida. Pretender que nos llegue sin esfuerzo, sin dificultad y sin dolor es una entelequia. Estas tres servidumbres: esfuerzo, dificultad y dolor están presentes en todos los deportes pero también sus anversos: logro, superación y placer. De ahí se infiere que hayamos depositado una responsable esperanza en promover los deportes de equipo en los barrios y rincones menos atendidos de nuestra ciudad, con vocación de integración horizontal y vertical, ascendente y descendente.

Sembramos esta pequeña semilla, a la que hemos bautizado cariñosamente como Pivesport, confiados en que irá germinando y produciendo sus frutos poco a poco, y en que podamos ofrecer a los chavales y adolescentes de Marbella cauces para ilusionarse e ilusionar, palancas solazadas hacia valores universales: respeto, integridad, solidaridad, cooperación, confianza, coraje, aceptación… Resortes gratificantes para fortalecer la gestión de sus frustraciones, de sus diferencias y su evolución, para aceptar y cumplir reglas de juego y limites, en fin, para potenciar un crecimiento saludable y prometedor. ¡Nos gusta tanto lo que hacemos que deberíamos pagar por hacerlo!