Sesiones de formación para familias de usuarios

Una de las notas diferenciales de Proyecto Hombre respecto a otros programas de rehabilitación de adicciones es la implicación activa de las familias de los afectados. Para ello la formación interactiva es fundamental y se realiza, entre otros instrumentos, a través de los Grupos Cero o de Iniciación. Gran parte del elevado nivel de éxito del Programa se basa en este enfoque.

El modelo de intervención que Proyecto Hombre propone consiste en identificar el problema existencial que induce a la persona a la adicción y trabajarlo desde un marco terapéuti­co- educativo para lograr que recupere su autonomía, su sentido de la responsabilidad y su capacidad de tomar decisiones y volver a ser un miembro activo de la sociedad.

El marco teórico del que participa es el de la Psicología Humanista, -la persona como centro-, entendiendo que la relación que un adolescente o un adulto puede mantener con las drogas es lo que puede llegar a ser problemático. El modelo está centrado en la persona, en su integridad, y no en la sustancia. Se trata de proporcionar estrategias para que la víctima pueda hacer un proceso de conocimiento personal, que le permita madurar, tomar conciencia, responsabilizarse y en definitiva, alejarse del mundo de las drogas.

El proceso se traduce en un cambio y maduración de la persona en todas las áreas de su vida. Desde esta perspectiva humanista, el modelo de intervención de Proyecto Hombre promueve la dinámica de autoayuda, la implicación de la familia y el apoyo de los terapeutas y voluntarios durante todo el tratamiento. Todos los programas son de cumplimento voluntario y están abiertos a cualquiera que desee iniciar un tratamiento, de forma que nadie queda excluido por razones económicas.