Transporte bajo el diluvio

Sólo la ilusión inexpugnable de Elena parecía no responder a un guión de película de humor negro. Todo había sido dispuesto para que el sábado por la mañana, un día normalmente tranquilo en Horizonte y en la ciudad, se llevara a cabo el transporte de las mercancías desde el local en el que ha estado instalado nuestro Bazar benéfico durante todo el verano hasta el que ocupará desde el próximo día 1. Menos de 500 metros de distancia son los que separan la calle Notario Luis Oliver de la plaza de José Palomo. Dando un paseo no se consumen ni 10 minutos.

Pero este otoño insistentemente seco tenía preparada una sorpresa no pronosticada por los servicios metoerológicos: sí preveían lluvias para el domingo y el lunes pero no para el sábado, y menos para el sábado por la mañana. Los pronósticos metoerológicos cada día se parecen más a los económicos: fallan en más ocasiones que en las que aciertan. A las 9 de la mañana empezaron a caer las primeras jarras de agua; jarras, sí, no gotas. Un animado y vibrante concierto de rayos y truenos que tampoco había sido anunciado en la agenda cultural de la ciudad, aportó a la mañana una excitación sin precedentes. Según dicen, cayeron 60 litros en 4 horas. Lo creemos.

Como las desgracias nunca vienen solas, el transporte que había sido contratado y confirmado para las 10 de la mañana no apareció, tampocó avisó quien debía hacerlo ni hubo forma de contactar telefónicamente con él. Nada nuevo en nuestra tierra, a decir verdad. Hay crisis, falta trabajo pero el incumplimiento de los compromisos adquiridos sigue siendo exactamente igual de lamentable que cuando todo era fiesta y oropel. ¿Podemos así salir de la situación en la que estamos? No es este el lugar de analizarlo, pero está claro que no.

Voluntarias, voluntarios, los chicos del piso de ayuda al tratamiento, móviles que echan humo, incertidumbre, el agua que cae sin cesar cada vez con más fuerza, todo planificado para hacer el transporte y Elena transmitiendo a todos su buen humor. Al final, hubo un préstamo no programado de una furgoneta, hubo un grupo de personas que se calaron hasta los huesos y pudo hacerse la mitad del transporte previsto. En Horizonte, muchos creen en los milagros, otros no; pero haberlos haylos. Ayer se produjo uno. Desde el próximo día 1 de noviembre, inclusive, el Bazar Benéfico Navideño de Horizonte estará abierto de 10.30 a 14.00 y de 17.30 a 20.30 todos los días.