XVIII Encuentro anual de FEMAD en Málaga

Mañana fresca y soleada en las cercanías del flamante paseo máritimo de poniente, en Málaga. Junto al nuevo edificio acristalado y de ángulos rectos de la Diputación, los viejos pabellones del Centro Cívico, cuidadosamente restaurados, parecen más humanos que cuando aparecían solitarios  en lo que era el final de la ciudad. Los miembros de las distintas asociaciones de la provincia dedicadas a prevención e intervención en dorogodependencias van llegando con la nariz colorada y excesivo uso de pañuelos. Hay mucho resfríado otoñal en el ambiente. La eterna duda ante cualquier convocatoria de si cuantos confirmaron presencia llegarán, se disipó con resultado aceptable: casi 40 personas tomaban asiento en el salón “Mollina” de este viejo caserón de pasillos enormes, puertas para gigantes y cierto aspecto de hospital militar de comienzos del siglo XX.

María Sánchez Perianes, de ACP, presidente de FEMAD, abrió la sesión acompañada por el vicepresidente, José Luis Jiménez Duarte, de ARPÓN. En un dueto muy dinámico repasaron con gráficos y transparencias la trayectoria de estos casi 20 años de la Federación Malagueña de Asociaciones de Dorogodependencias. ¿20 años? Bueno, 18, que no son pocos. Múltiples servicios prestados a las asociaciones federadas, papel de intermediadora entre ellas y los poderes públicos, portavoz de sus necesidades, reivindicadora de los derechos desatendidos… Valió la pena haber llegado hasta aquí. Han sido tiempos difíciles pero creativos y llenos de retos. El ambiente actual parece más gris, menos esperanzador. Pero se seguirá luchando.

El segundo bloque del Encuentro fue de puro trabajo en tres grupos para afrontar otras tantas líneas de trabajo que previamente se habían establecido a propuesta de la nueva Comisión de Revitalización, en la que Horizonte participa desde el principio: 1) “Trabajo en red con FEMAD a través de un programa de intervención”, coordinado por Irene Narváez de INPAVI y Mari Carmen Reina, de ANDROPIZ. 2) “Eventos para la captación de fondos en FEMAD”, coordinado por Cristina Martín y Lourdes Chamizo, de FEMAD. Y 3) “Visibilización, Sensibilización y Reivindicación”, coordinado por Miguel Ángel Bravo, de SOS y Luis-Domingo López, de HORIZONTE. Tras más de una hora de aportaciones y debates cada portavoz expuso telegráficamente sus conclusiones que serán recogidas por la Comisión de Revitalización en una próxima sesión de trabajo para ponerlas en marcha. La impresón general es que no todo está perdido, que ante las dificultades del entorno lo que toca hacer es cambiar paradigmas, romper moldes y buscar nuevos modelos.

Tras la larga pausa para el almuerzo, donde siempre se sigue hablando de lo mismo pero de forma más deshinibida, se dio paso al tercer bloque del Encuentro: la ponencia científica que corrió a cargo de la joven Doctora en Psicología por la Universidad de Málaga, Desireé Ruiz Aranda, miembro del grupo de investigación aplicada INTEMO. El tema, apasionante: “Influencia de la Inteligencia Emocional en las Adicciones. Aplicaciones prácticas en nuestras entidades”. No hay espacio en esta reseña del Encuentro para resumir contenidos ni conclusiones pero sirva para ilustrar el interés despertado que, en una hora fatal para una conferencia: las 4 y media de la tarde de un sábado, y con una duración aparentemente eterna: 2 horas, nadie sintió la menor tentación de dejarse vencer por el sueño y que hubiéramos deseado que el tiempo transcurriera más despacio. Fue una sesión activa, participativa y de altísimo interés.

Insistimos siempre en la misma idea a través de esta ventana digital: ante las dificultades, mayor esfuerzo. No hay recetas mágicas: creatividad, imaginación, planificación, esfuerzo, trabajo y responsabilidad.