Drogas y adolescencia

El botellón o atracón se impone como forma de ingerir alcohol
El botellón o atracón se impone como forma de ingerir alcohol

Artículo de nuestro vicepresidente que se publica hoy, 10-3-14, en la edición impresa del Diario SUR.

Acaban de publicarse los resultados de la gran encuesta bienal que el Estado realiza entre 27.500 estudiantes de 14 a 18 años. Es una información muy valiosa pero también compleja y no siempre fácil de entender porque facilita multitud de datos cruzados. Los medios de comunicación se hacen eco de este informe y lo interpretan desde su ángulo de enfoque.

La Asociación Horizonte, decana en la prevención y tratamiento de drogodependencias, asume la responsabilidad de aportar su visión de este problema social de colosales consecuencias. Al entender que los expertos ya harán un estudio minucioso de los datos, adecuamos la información a la población general, preocupada por la evolución del consumo de drogas, todas de venta ilegal a los menores de edad. Sin entrar en farragosos porcentajes, consideramos relevantes las siguientes evidencias:

Alcohol, tabaco y cannabis son las drogas más consumidas, seguidas a bastante distancia por hipnosedantes, cocaína, éxtasis, alucinógenos, anfetaminas, inhalantes volátiles y heroína, por ese orden. Las mujeres superan a los hombres en consumo de las dos primeras e hipnosedantes, y estos a aquellas en las restantes.

Más de la mitad de los encuestados ha practicado botellón en “el último mes”, (uno de cada cuatro de los de 14 años) y se ha emborrachado alguna vez. De hecho, el botellón o atracón se impone como forma de ingerir alcohol, lo que supone un riesgo irreparable para la salud física y psicológica.

Se mantiene la edad de inicio en las drogas pero aumenta el poli consumo: dos o más sustancias, lo que agrava las nefastas secuelas. Los amigos, el grupo, son causa importante en la prevalencia y el inicio del consumo: atención padres.

El alcohol, e incluso el cannabis, son percibidos como más inocuos que el tabaco. Parece que las campañas antitabaco han resultado eficaces en este aspecto. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el cannabis conlleva todos los riesgos del tabaco más los propios como potente inhibidor del SNC y sus consumidores tienen un mayor de fracaso escolar.

Desciende ligeramente el consumo de cannabis, cocaína y heroína, se mantiene el de anfetaminas, alucinógenos y éxtasis y aparece el de drogas emergentes: setas, spice y ketamina. Respecto al primer dato, sin embargo, el consumo de cannabis supone el 95% de la solicitud de tratamiento por esta franja de edad lo que sugiere que se practica un consumo de alto riesgo.

¿Qué nos indica toda esta información? Sin alarmismos ni estéril dramatismo consideramos que la política y las campañas de prevención realizada hasta la fecha, tanto por las administraciones públicas como por las entidades privadas, no ha obtenido resultados satisfactorios. Los optimistas entienden que de no haberse realizado las cifras serían aún peores. Nuestro clima, geografía y cultura no facilitan las cosas: el calor, la playa, la fiesta y las tradiciones tienen en el alcohol su gran protagonista. Como dicen los mayores, siempre fue así y aquí estamos. Uno de los problemas es que ha cambiado el modelo de consumo: de un pequeño exceso diario se ha pasado a un atracón semanal y el organismo no puede metabolizarlo sin destruirse, no sólo el hígado, estómago o riñones, también el cerebro: tengamos en cuenta que la neurogénesis no se completa hasta pasados los 20 años de edad.

En Horizonte, cada día estamos más convencidos de que la transformación ha de hacerse en los pilares de la vida misma
En Horizonte, cada día estamos más convencidos de que la transformación ha de hacerse en los pilares de la vida misma

Todo consumo de drogas, sean depresoras o estimulantes del sistema nervioso persigue una huída o escape de la realidad: inhibir la angustia, la timidez, el dolor, la soledad, el desamor, los miedos… Comprobamos continuamente que la información sobre los riesgos no es suficiente para combatir el poder de una adicción. En Horizonte, cada día estamos más convencidos de que la transformación ha de hacerse en los pilares de la vida misma de cada persona y con relación a su entorno: la familia, la escuela, el trabajo, el barrio, el pueblo, la ciudad o el círculo de amistades. También es importante el modelo social que proyectan los medios de comunicación: cuando todo se pinta muy negro se destruye la esperanza en el futuro y ello justifica esa huida que sólo aportará más dolor.

Por tanto, todos somos responsables de que más de la mitad de nuestros jóvenes (y uno de cada cuatro de 14 años) haya participado en un botellón en el último mes, que es como estar suspendido de un trapecio oxidado sin red. Asumamos cada uno nuestra cuota de poder para transformar a mejor esta sociedad y no perdamos un minuto. Nos jugamos mucho.