EL PROCESO DE RECAÍDA
La recaída, al igual que la recuperación o la propia adicción, es un proceso. Las personas no recaen de la noche a la mañana sino que van adoptando una serie de cambios que propician la pérdida de la libertad que conducen nuevamente al consumo. La velocidad del proceso de recaída depende de la calidad del proceso de recuperación que se haya realizado a través de algún tratamiento terapéutico.
Lo normal en una persona que se está recuperando de una adicción es que viva procesos de recaída. Ahora bien, que sea normal que viva procesos de recaída no implica que se vuelva al consumo ya que la vuelta al uso adictivo es un proceso que discurre en varias etapas.
A continuación se presentan las fases de proceso de recaída, nos obstante, esta transición no es igual para todas las personas.
Etapa inicial
1.- Cambio: el proceso de recaída se inicia a partir de un cambio provocado por acontecimiento vitales:
- Acontecimientos vitales positivos: pueden ser hechos de gran importancia o beneficio con alteración emocional para la persona (conseguir un trabajo, matrimonio, ganar la lotería, etc.) o acumulación de hechos de menor intensidad emocional que pueden provocar una falsa sensación de control y seguridad.
- Acontecimientos vitales negativos: pueden ser hechos de gran importancia que afectan negativamente a la persona (pérdida afectiva importante, desempleo, etc.) o hechos de menor importancia que causan una acumulación de sensaciones estresantes.
Estos sucesos suelen producir estrés manifestado a través de sensación de intolerancia a la situación, angustia, desazón, cansancio, etc. Pero es importante señalar que la vivencia de estos hechos está más relacionada con la atribución que la propia persona realiza de los mismos y de sus capacidades de afrontamiento. Es decir, idénticas situaciones pueden ser interpretados por unas personas como irrelevantes y, para otras, tener una gran significación e impacto.
2.- Negación: se refiere a la negación de las alteraciones emocionales producidas por los sucesos vitales que experimenta la persona a través de mecanismos o estrategias de afrontamiento que evitan el sentimiento de vulnerabilidad que produce la adicción.
3.- Labilidad emocional: se trata de la aparición de variabilidad en el estado de ánimo.
Esta etapa describe un proceso normal en el que las personas con o sin problemas de adicción enfrentan de manera adecuada o inadecuada las circunstancias que la vida plantea. De esta manera, algunas personas experimentan algún tipo de cambio o estresor en su vida y responden de una manera pertinente manejando la exigencia que le hace su nueva circunstancia vital, mientras que en el caso de las personas con problemas de adicción, seguirán avanzando en su proceso de recaída dirigiéndose a la siguiente etapa.
Etapa de Desarrollo
1. Regresión: La regresión se refiere a una readaptación de las conductas del pasado que se habían superado. En ella pueden asumirse identificaciones con la vida del pasado, portes corporales, de vestimenta y discurso de un adicto activo. La regresión puede manifestarse en comportamientos como deshonestidades, mentiras, agresividad, intolerancia y muchos de los defectos de carácter trabajados durante la recuperación.
2. Fenómeno de la bola de nieve: A esta altura del proceso de recaída las actitudes de la persona con problemas de adicción han empezado a afectar las diferentes áreas de su vida. En esta fase, la persona adicta en proceso no comprende que su actitud es la que ha generado las dificultades en su entorno y argumenta que son las respuestas de su medio las que lo tienen en crisis. La persona manifiesta dificultad o ausencia de respuestas asertivas y claras ante las diferentes situaciones que vive y todo es visto como un gran problema sin solución.
3. Ruptura de parámetros: Uno de los grandes pasos que encaminan y aceleran la vuelta al uso de sustancias es la falta de disciplina y constancia en los parámetros trazados como riesgos para la abstención (visita a sitios del pasado, el contacto con “amigos” de consumo activo, el mal manejo de las situaciones de riesgo y la no utilización de las diferentes herramientas de afrontamiento).
Etapa de Desenlace
1. Autoengaños: La recaída es un hecho doloroso y difícil, y la persona con problemas de adicción lo sabe; es por ello que necesita una serie de autoengaños que minimicen y aplaquen los sentimientos de culpa y de fracaso.
2. Violación de la abstinencia: El consumo es nuevamente una realidad, la persona consume sustancias por primera vez después de un periodo de abstención. Inmediatamente se ha dado la violación de la abstinencia se produce un efecto de pérdida de sensación de control y, en algunos casos, culpa. Sin embargo, en otros se dan pensamientos de autoengaño muy fuertes que favorecen la permanencia en el consumo.
3. Reincidencia: Algunas personas, al violar su compromiso de mantenerse limpios, no experimentan una gran compulsión y logran tener un consumo “controlado” durante varias oportunidades, consumo que por sus características los llena de autoengaños y falsas sensaciones de control que pueden extenderse durante semanas o meses, hasta que la adicción tiene la fuerza suficiente para reaparecer.
4. Recaída: Llegado a este punto, la persona con problemas de adicción ha vuelto a su frecuencia e intensidad de consumo e incluso, en algunos casos, a niveles mucho más complicados de adicción, generando un retorno al estilo de vida previo al programa de recuperación.
Si necesitas orientación o apoyo:
Fuente: Prevención de Recaídas. Un libro de herramientas para personas en recuperación. Efrén Martínez Ortiz Ph.D. Ediciones AQUÍ Y AHORA.
Una historia de superación - Horizonte Marbella
8 febrero 2023 @ 7:20
[…] cabo de muchos años tuve una recaída y no lo dudé, pero esta vez solo tuve que retomar todo el trabajo que tenía hecho y lo dejé de […]