En el Año Europeo del Voluntariado

   Horizonte ha puesto su primer grano de arena para conmemorar el Año Europeo del Voluntariado, con una charla-coloquio de su Vicepresidente 2º y Secretario General, Luis-Domingo López, en el foro cultural del Ateneo de Marbella, con la asistencia y activa participación de toda la Junta Directiva de la Asociación y la práctica totalidad de su equipo de voluntarios. El acto fue presentado con palabras llenas de afecto y admiración hacia el trabajo de los voluntarios, por la popular y querida periodista de la ciudad, Concha Montes, de Onda Cero Marbella.

El ponente transmitió su propia experiencia cuando tras décadas de fuerte estrés compaginando trabajo, estudios y viajes profesionales, continuó, tras su jubilación anticipada por propia voluntad, una frenética actividad de aprendizaje y formación en las más diversas materias, hasta que un buen día, hace poco más de dos años, decidió que había llegado el momento de devolver a la sociedad una pequeña parte de lo mucho que había recibido de ella. A través de unas amigas que llevaban años trabajando como voluntarias en Horizonte, se puso en contacto con su presidente, Isabel García Bardón, quien, mientras compartían unas humeantes infusiones, le describió con tal entusiasmo y emoción lo que hacía la Asociación que al día siguiente comenzó su voluntariado en ella. 

   Para ilustrar lo que para él supuso este cambio, utilizó la pirámide de las necesidades humanas de Maslow, el psicólogo neoyorquino fundador de la psicología humanista, a medio camino entre el conductismo y el psicoanálisis. Su popular pirámide es un símbolo sencillo e intuitivo de toda una teoría sobre las motivaciones y necesidades humanas: en la base de la pirámide, incluye las necesidades fisiológicas; en el 2º nivel, las de seguridad y protección; en el 3º, las de afiliación y afecto; en el 4º, las de estima y reconocimiento, y, en el último, las necesidades de auto realización.

“Pues bien, para mí, -dijo Luis-Domingo-, hacer voluntariado, es haber llegado a la cima de la pirámide. Cuando alguien ha culminado un proyecto de vida familiar, profesional, afectiva, de aprendizaje, y dispone de cuantas necesidades materiales requiere, cae en la cuenta, y es un verdadero descubrimiento, que había un peldaño más, el de la auto realización, y que al llegar a él todo adquiere una perspectiva nueva, todo se ve con una claridad estimulante y gratificadora”.

Después repasó la vasta normativa que regula el trabajo voluntario y la enorme cantidad de instituciones y entidades que le afectan. “¿Qué es ser voluntario? ¿Qué no es ser voluntario? Atender a un familiar impedido, a una vecina enferma o a un anciano solo y desvalido, ¿es hacer voluntariado? No, exactamente. Es hacer el bien, es darnos al prójimo que nos necesita. Es una acción abnegada y admirable. Pero no podemos denominarla voluntariado en el sentido en que se usa este término en nuestras leyes, no sólo en las españolas sino en las europeas e internacionales”. Sólo en Andalucía, y por citar únicamente las más representativas citó once leyes, decretos y órdenes, de ámbito europeo, español y andaluz.

   Utilizó, entre otros, el concepto de Voluntariado, consensuado por la Plataforma del Voluntariado de España con todas las entidades: “Una persona voluntaria es aquella que, sensibilizada por la situación social de los colectivos desfavorecidos, excluidos o marginados, decide, de manera altruista y solidaria, participar junto con otras, en diferentes proyectos dentro de una organización de voluntariado, dedicando parte de su tiempo en beneficio de una acción enmarcada en proyectos concretos.”

Recorrió los cuatro pasos para hacerse voluntario y las funciones que a tal efecto deben llevar a cabo las asociaciones como Horizonte, tras la promoción y la captación: acogida, formación, seguimiento, reconocimiento y desvinculación, que pueden agruparse bajo el denominado “acompañamiento integral”. El voluntariado puede desarrollarse en dos grandes campos: el de acción social y el de cooperación al desarrollo, y dentro de cada uno de ellos, en diversas áreas de actuación, desde servicios sociales y sanitarios, hasta protección civil o educación por la paz.

Hizo una completa referencia a los derechos y deberes de las personas voluntarias, que pueden consultarse en nuestra Web, dentro de la pestaña “Voluntariado”. Para concluir su exposición mencionó los riesgos y tentaciones en los que, en su opinión, pueden caer los voluntarios, y las propuestas para evitarlos. Terminó exhortando a todos a no ser tacaños en cariño hacia los demás, no escatimar una sonrisa, un saludo amable, un gesto de cercanía. “Se puede existir con aire, agua y alimentos, -dijo-, pero vivir, solo se puede vivir con cariño”.  

Entre los asistentes al acto, se encontraba el Concejal de Bienestar Social, Manuel Cardeña, que participó activamente en el coloquio e informó de las actividades para el voluntariado en Marbella y de la situación del centro terapéutico Hacienda de Toros.