Graduación: un puente a la Libertad

Tarde bochornosa de agosto con calles semivacías y alerta por chubascos fuertes y tormentas en la Costa del Sol. Pero todo es relativo. En Horizonte es miércoles de luz y de esperanza, una vez más. Dos usuarios celebran su Graduación, culminan un proceso largo, costoso, difícil, lleno de pequeños logros y de alguna caída. Dos hombres nuevos cortan el cordón umbilical que durante tres años les ha unido al programa Proyecto Hombre. Resumen su batalla, recuerdan cómo llegaron y cómo están ahora, qué les trajo a Horizonte… Se incorporan sus familias, les hablan, se hablan, se abrazan, ven un futuro de proyectos, de oportunidades y de Libertad que cierre definitivamente todas las heridas y todos los sufrimientos.

Asistir a una Graduación es una lección de vida, una experiencia siempre diferente. Hay frases que lo dicen todo. Las han dicho los protagonistas o las han dicho sus madres, sus hermanos o sus parejas:

Cuando llegué no me quería a mí mismo y por eso hacia imposible la vida a cuantos me ofrecian amor.

Sin mi familia no hubiera sido posible.

Todo lo que he sufrido como madre ha merecido la pena por este momento.

Por encima de todo, he aprendido a ser honesto conmigo mismo.

Ahora sé pedir lo que necesito y decir cómo me siento.

Eres el ser más maravillos del mundo. Puedes conseguir cuanto te propongas.

No nos des las gracias, el amor es incondicional y no necesita agradecimiento.

[box] Cada Graduación, un puente a la Libertad.[/box]