Los niños invitan a merendar al voluntariado

  Fue una tarde festiva y difícil de olvidar. Las vísperas habían estado rodeadas de nervios y de trabajo extra. Hubo que decorar todas las salas, hubo que comprar las materias primas con la que durante tres tardes se irían preparando los platos tanto salados como dulces para agasajar a los invitados. Y todo ello sin dejar de ensayar los números con los que los protagonistas de los CIS de Horizonte    querían deleitar la tarde a cuantos voluntarios y usuarios mayores respondieran a su ilusionada invitación.

  Cuánto nos enseñan. Cuánto aprendemos los mayores sólo al observar, al dejarnos empapar como esponjas con la espontaneidad, la alegría, la facilidad para superar pequeños inconvenientes, la imaginación desbordada, la ausencia de    formulismos. María José y María del Mar, las educadoras de los Centros de Integración Sociedudativa de Horizonte habían propuesto a sus pequeños la idea de organizar una merienda de homenaje a los voluntarios. No hubo ni un sólo voto en contra.

  Llegado el día, los peques actuaron como anfitriones, saludaron en la puerta uno por uno a los invitados que iban llegando, presentándose ellos y pidiendo que lo hiceran los mayores, mostrándoles las instalaciones y cómo las habían decorado, esperando de ellos un gesto de aprobación, de admiración. Bailaron, taconearon, jugaron con las   camisetas que habían pasado días pintando, las lanzaron al público, las regalaron y Juanito toreó, ¡cómo no!, ¿quién en el CIS de la Plaza del Juanar, en el barrio de la Patera, no conoce a Juanito Torero?

 Y llegó el momento del agasajo gastronómico. No faltó de nada. La foto de la mesa lo demuestra sin necesidad de palabras. No en vano, entre los talleres que se imparten en los CIS, el de cocina es uno de los más deseados. Y nadie se cansaba, a todo el mundo le parecía que el tiempo volaba. Fue una tarde ejemplar de convivencia, de conecerse mejor entre todos los integrantes de Horizonte. ¡Hay que hacer esto más a menudo, se decían todos! Así será. María José, gracias por el esfuerzo, intenta descansar. María del Mar, a ti también. Los niños a los que hoy dotáis de valores y de herramientas vitales serán mañana adultos responsables, felices y libres de adicciones.