Trabajo para todos

El joven José Luis Sampedro, un modelo de coherencia y ética

Artículo de nuestro Vicepresidente emitido ayer por Onda Cero Marbella.

En España, hay en la actualidad 16,6 millones de personas ocupadas para un total de población de 47 millones. Es decir, cada persona en activo trabaja no sólo para sí misma sino casi para otras dos: pensionistas, niños y estudiantes, parados y personas que no pueden o no desean trabajar, mayoritariamente amas de casa. Ya es casi igual la cifra de ocupados por un lado con pensionistas y parados por otro.

¿Cómo puede ser eso? Muy fácil: en los países desarrollados se ha duplicado la esperanza de vida en poco más de un siglo. Antes, cuando alguien se jubilada duraba bastante poco. Ahora, por suerte, dura mucho, a veces muchísimo. Ya vemos, el presidente de Italia: 87 años y ha sido reelegido. José Luis Sampedro ha muerto recientemente con 96 años. El líder de los indignados, Stephane Hessel, nos dejó en febrero, a los 95 años. Por el otro lado, la gente empieza a trabajar ahora mucho más tarde; de hecho, algunos ni pueden empezar.

Hay, además, otros dos factores cruciales: 1) estamos en la fase de maduración de la revolución tecnológica, mucho más crucial para el empleo que la industrial del siglo XIX; y 2) hemos deslocalizado la producción llevándola a países con mano de obra esclava a coste pírrico; bien reciente está el horrible suceso de Bangladesh con más de mil muertos en una inmunda fábrica textil más parecida a un campo de concentración.

¿Cómo estamos compensado esa creciente e imparable desproporción entre activos y pasivos; cotizantes y receptores?: De entrada, sin imaginación alguna: con impuestos que sangran las rentas del trabajo. ¿Nos gusta que nos quiten en impuestos cerca de la mitad de lo que ganamos trabajando? NO.

Entonces, ¿por qué no proponemos y aceptamos un mejor reparto del trabajo disponible? Si a mí me quitan el fruto de 18 de mis 40 horas de trabajo semanal, vía impuestos, ¿por qué no me liberan también del esfuerzo de hacerlo? ¿Por qué mi tiempo laboral ha de servir para pagar la frustrante inactividad de un parado? ¿No será más justo que nos repartamos el dinero pero también el trabajo? Sé que no es  fácil pero nunca llegaremos a la solución si no empezamos algún día. Toda vuelta al mundo comienza con un primer paso.

Hay que afrontar las consecuencias de las revoluciones con talento y decisión apartándonos de la mera repetición de hábitos. La tecnología y la globalización seguirán expulsando mano de obra rápida e inexorablemente, y sin embargo, todavía hay quien hace horas extraordinarias.

[box] Hemos de estar dispuestos a renunciar a una parte del sueldo a cambio de disponer de más tiempo libre y de que nos quiten menos pellizco vía impuestos sobre el trabajo. [/box]

¡Adecuación paulatina y compleja pero firme a la nueva realidad! Es la única salida con futuro al problema del desempleo: evolución imaginativa. Revolución pacífica y consensuada. El mayor riesgo en épocas de cambios profundos es detenerse. Cuanto más se aleje el tren del nuevo tiempo más difícil será alcanzarlo.

Luis-Domingo López

Vicepresidente de Horizonte Proyecto Hombre Marbella y de la Plataforma para la Promoción del Voluntariado de Marbella